EL CASO REINSERTABLE
La
civilización griega buscaba la formación integral del hombre, y para ello los
dos elementos fundamentales de la educación eran la gimnasia (conjunto de
ejercicios físicos) y la música (conjunto de todas las artes de las musas). Los
estudiosos de hoy en día (siglo XXI d.C.) han entendido en el sentido griego a
José Mª Alfaya y el Taller de
Reinsertables, y en el Congreso celebrado en la Stones Valley Summer School, celebrado en 2006, diversos especialistas deportivos presentaron ponencias
donde se les concebía como equipo de fútbol o ciclista. Reproducimos dos de
ellas
RODRIGUEZ
THE NEW DREAM TEAM
Por Pedro Escartín jr.
Por Pedro Escartín jr.
En
raras ocasiones ha tenido la oportunidad el espectador de furbo (1) de contemplar
una escuadra rutilante como la que viste la camiseta “reinsertable”. Una orquesta de auténticas estrellas cuyas
individualidades lucen con fulgores propios en el firmamento de la Champions (antes Copa de Europa), pero
que al mismo tiempo son capaces de sacrificarse por la labor de conjunto,
dirigidos por la batuta maestra y el liderazgo en el vestuario de José Mª
Alfaya.
De
acuerdo con estrategias mil veces ensayadas en las concentraciones y
entrenamientos, saltan al césped con las ideas muy claras, cada uno en su
demarcación cumple a la perfección con disciplina la tarea encomendada, y todos
integran un conjunto que funciona como un auténtico mecanismo de relojería, una
apisonadora que lamina al equipo que tiene enfrente. Un fúlbol, el suyo, total, que avanza y repliega líneas al mismo
tiempo, que mete al contrario en su área acorralándolo y bombardeándolo
inmisericordemente y corta sus intentos de contraataque sin permitirles pasar
del centro del campo.
Mezcla
de estilos y personalidades, sus evoluciones en el terreno de juego tienen algo
de mágico e irrepetible y los seguidores de otros equipos se rinden ante la
espectacular evidencia de este denominado new
dream team por la crítica más exigente, en recuerdo de aquél que dirigió
en el blau-grana Barcelona F.C. el “holandés de oro” Johann Cruyff. Pero
también son herederos del fúmbol
racial que en el Estadio de Maracaná puso una pica en Flandes con el histórico
gol de Zarra a la rubia –y pérfida- Albión; su epígono en el cabezazo de
Marcelino frente al poderío de la armada soviética en el Santiago Bernabéu; el fúbol correoso y defensivo dirigido por
Benito Díaz; la creatividad y zorrería del “mago” Helenio Herrera en el Barça
de los Kubala y Luisito Suárez; el merengue Real Madrid de las seis copas de
Europa con la “Saeta Rubia”; el virtuosismo carioca de la “escuadra canarinha”
de Pelé; la imaginación albiceleste de los onces donde militó Maradona; la
merengue quinta del Buitre; y, en fin, la clase y espectacularidad de los furgolistas que integran actualmente el
Barcelona de Messi, Xavi, Iniesta, etc, bajo la batuta maestra de Guardiola,
que nutre al equipo nacional de España, campeón de Europa en 2009 y del mundo
en 2010.
Callémonos,
que ya emboca el túnel de vestuarios, para saltar al rectángulo de juego, el
capitán del Taller de Reinsertables C.F., el New Dream Team, precedido por el trío arbitral.
JOSÉ
Mª ALFAYA, del Dínamo de Ceuta.
Por sus envidiables facultades, toque y gran visión de juego, es el cerebro del
equipo y líder del vestuario. Juega el balón al primer toque y posee un buen
remate de cabeza. Todos los balones pasan por él y, con mucho fútbol en sus
botas, crea y reparte juego, abriéndolo a las alas y pasando al hueco. Se
entrega desde los primeros compases del partido para abrir el marcador y
encarrilar rápidamente el match. Suda mucho la camiseta y en cualquier
circunstancia levanta el partido aunque se haya puesto cuesta arriba. De gran
cintura, se desenvuelve bien en todo tipo de terrenos, sean duros o blandos o
encharcados, de tierra, césped, arena o asfalto, en grandes, medianos o
pequeños estadios, ante la hinchada propia, ante tiffosi vociferantes y
violentos o frente a equipos que se encierran atrás practicando un compacto catenaccio (cerrojo). Tiene auténtico
hambre de balón y suele pedir prórroga o tanda de penaltis incluso con el
partido a favor. Cuando el esférico ronda el área, sale a su encuentro, busca
la portería contraria e inscribe al equipo, sin negociación alguna, en toda
clase de torneos internacionales, nacionales, regionales, provinciales, locales
o de barriada, de temporada o veraniegos, partidos amistosos, de exhibición, de
competición y hasta de fútbol–sala. Posee el Pichichi de partidos benéficos
estando a punto de superar el récord establecido por el cancerbero
hispano-argentino Carlos René, conocido como Indio Juan. Su contrato con el
club está blindado a perpetuidad hasta que se retire maltratado por las
lesiones o la edad. Varias peñas llevan su nombre.
(1) Furbo, fulbo, fúlbol, fúrbol,
fúmbol, furgo, fúbol, fútbol. De todas estas maneras el pueblo español llama al
deporte y juego, industria y comercio, reglamentado tal como lo conocemos en
Gran Bretaña en 1840 con el nombre de foot-ball. Su tradución literal, balompié, fue
la utilizada en España en los primeros años de su importación. Equivale, según
definió en Madrid, el 11 de junio de 1982, el crítico Enrique Tierno Galván, en
unos de sus celebrados bandos, “a que once diestros y aventajados atletas
compitan en el esfuerzo de impulsar con los pies y la cabeza una bola elástica,
con el afán, a veces desmesurado, de introducirla en el lugar solícitamente
guardado por otra cuadrilla de once atletas, y viceversa”
LA SERPIENTE MULTICOLOR MÁS ARRASTRADA
por
La Urraca de Toledo
JOSÉ Mª ALFAYA.- El tete de
la course, incontestable jefe de
filas, patrón del grupetto, maillot amarillo y gran favorito que
controla la carrera y tira del pelotón. Dominador de las vueltas largas, se
luce también en las contrarreloj y en los velódromos en pista cubierta. Con una
notable capacidad de sufrimiento, se entrega en las etapas reina y en las duras
jornadas, protagonizando escapadas en solitario sin que nadie sea capaz de
seguir su poderosa pedalada. Corredor de fondo que se inscribe en todo tipo de
carreras: clásicas, grandes rondas, fondo en carretera, por relevos, en mountain
bike o bicicleta de paseo. Dispuesto al sacrificio diario, desprecia los
días de descanso. A veces se ahoga en las cuestas, bañado en sudor, debido al
sofoco producido por su notable parénquima adiposo. Es difícil aguantar a su
rueda en las carreras benéficas, donde deja clavado al pelotón, lo coloca en
fila india, lo diezma, lo machaca. Tiene el maillot verde a la regularidad en
esa especialidad. Posee un gran palmarés, pero no ha conseguido situar a su
escuadra en la general por equipos en puestos de privilegio al no contar con manager ni casa patrocinadora potente.
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