domingo, 15 de enero de 2012

EQUIPO TODOTERRENO: Mónica Yebra




Cuando Mónica Yebra contactó con La Discreta no podía sospechar que estaba a punto de convertirse en la Voz Sabrosa para las masas de espectadores que aplaudieron su presencia en los escenarios de Puerto Rico y República Dominicana. Una torcedura del destino había truncado su carrera como bailarina de claqué y, tratando de reenderezar su quehacer artístico, llegó a tiempo a una de las últimas Noches del Imaginauta, sobre el escenario mítico de La Fídula, que inmediatamente se hizo pequeño para contener ese pedazo de artista.
Hija de poeta (Ana María Romero Yebra) y gaitero, Mónica había practicado el arte total familiar a guitarrazo limpio de un padre, incansable cantante de boleros, que exigía coros y segundas voces permanentemente, lo que condicionó su trayectoria hasta el punto de convertirse en profesora de música.
Luego, en el exquisito y perfeccionista ambiente musical de La Discreta, donde ninguna partitura aguanta cinco minutos sin que nuestro director musical, Pedro Mariné, realice una variación, la voz de Mónica se fue adaptando al mensaje de Julia de Burgos por encima de otras habilidades, incluso literarias, que la llevaron a participar en algún intercambio de almíbares versificados a propósito de su fundamental colaboración en los poemas cantados de Glyptotheca (Juan Manuel Gómez Tirado. Glyptotheca. Ediciones de la Discreta, 2004. 80 páginas. ISBN: 84-96322-04-01).
Viene a Cuba con el ánimo de cantar los poemas musicados de Carilda Oliver, otra de nuestras poetas caribeñas favoritas, ante la propia autora, como demostración del respeto admirativo que le tenemos, en La Discreta, a esta otra muestra de "otredad" personalísima y atractiva, tanto por su alto contenido poético como por la vitalidad de sus versos y de las emociones que transmiten.

Sobre Glyptotheca, véase: Gómez Tirado

No hay comentarios:

Publicar un comentario